Balanza que representa la política de Felipe II |
Su política inicia un período de orientación cerrada y antiprogresista. Un núcleo intransigente (cardenal Granvela y el duque de Alba) tiene mucha influencia. Al mismo tiempo el auge del calvinismo y el aumento de la presión turca condicionan esta política. La monarquía hispana se convierte en un reducto inmovilista, diferenciado del resto de la Europa moderna donde se iba acrecentando el progreso científico, el racionalismo filosófico y el empuje de los capitalistas burgueses. El conjunto hispano le planteó pocos conflictos internos (sublevación de las Alpujarras, cuestión Antonio Pérez, conflictos aragoneses). Los más importantes asuntos de guerra, paz y rebelión nunca fueron dominios exclusivos del rey. Derivaba hasta el más mínimo detalle, a sus asesores y su Consejo. Nunca tomó decisiones basadas únicamente en sus opiniones o preferencias [H.de Schepper]. Siempe insistía en que antes de proceder a la acción era necesario obtener la información y hacer las consultas adecuadas.
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